Cada año, los entusiastas de las Harley-Davidson se reúnen en Varadero para compartir su pasión y mostrar sus motos.
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Estas motos son una parte importante de la cultura de Cuba, y muchos de estos entusiastas se pasan horas restaurando, transformando y mimando sus motos para mantener su estética original.
Antes de la revolución de 1959, había miles de Harley-Davidson en el país, que incluso se utilizaban en la policía cubana.
Después de la revolución, el estigma de lo estadounidense hizo que estas motos pasaran a ser un mero recuerdo, pero la pasión de los aficionados jamás se apagó.
Con el desarrollo del turismo en Cuba, ahora es más fácil conseguir repuestos originales para restaurar estas motos.
Estas motos son un patrimonio nacional y no pueden exportar.
Así que a lo largo de los años, el país se ha convertido en un museo al aire libre de estas motos.
Harley-Davidson en Varadero
Durante la reunión anual en Varadero, los aficionados tienen la oportunidad de compartir sus historias y experiencias con otros entusiastas y conocer a otros que comparten su pasión por estas motos.
Estas motos tienen mucho significado para los cubanos: son un símbolo de la resistencia de los cubanos durante los tiempos difíciles, y una forma de revivir la memoria de los tiempos pasados.
Las Harley-Davidson seguirán siendo parte importante de la cultura cubana durante mucho tiempo.
Estas motos no solamente permiten viajar en el tiempo, sino también permiten que los aficionados compartan sus historias y experiencias con los demás.
La reunión anual en Varadero es una oportunidad para que los aficionados se reúnan para celebrar su pasión por estas motos, y para compartir su amor por ellas.
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