Conmemorando el legado de Bebo Valdés a 10 años de su muerte

Chucho Valdes recuerda el legado de su padre, Bebo Valdés, con motivo del décimo aniversario de su fallecimiento.

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Conmemorando el legado de Bebo Valdés

Chucho Valdés, que heredó el talento musical de su padre, recordó en una entrevista que Bebo Valdés fue una figura clave en el desarrollo de la música cubana.

Además, se considera profundamente honrado por haber tenido el privilegio de compartir el escenario con él.

Señaló que Bebo Valdés también le dejó una herencia profunda de amor y respeto por la cultura musical de Cuba, que Chucho Valdés ha llevado a escenarios de todo el mundo.

Chucho Valdés habló de su padre, quien fue un gran maestro de la música cubana, en una entrevista con el diario Granma.

Dijo que el legado de su padre no se limitaba solo a la música, sino que también se extendía a la vida.

De esta manera, recuerda que su padre solía decirle que la vida era como una escalera, y que hay que tomarse el tiempo necesario para subir escalón a escalón.

Esto fue una enseñanza que Chucho llevaría con él toda su vida, recordando lo importante que es tomarse el tiempo para hacer las cosas de forma adecuada.

El pianista habló con entusiasmo de la influencia de su padre en su carrera musical. Fue su padre quien le enseñó a tocar el piano, componer, improvisar, y muchas otras habilidades musicales.

Igualmente, expresó su gratitud hacia su padre por sus enseñanzas y por su ayuda en su camino para convertirse en un gran músico:

«Él fue un gran maestro para mí. Me enseñó a tocar el piano, me enseñó a componer, me enseñó a improvisar. Me enseñó muchas cosas y me hizo un mejor músico».

Chucho recordaba a su padre como un hombre amable y servicial:

«Era un hombre paciente y comprensivo que siempre buscaba la forma de ayudar a aquellos que lo necesitaban. Siempre estaba abierto a escuchar y a dar consejos sabios basados en su sabiduría y en su amor por la humanidad».

Sigue los pasos de su padre

Chucho Valdés ha seguido los pasos de su padre y ha tenido gran éxito en su carrera musical.

En 2000, recibió el premio Grammy Latino por su álbum «Bebo de Cuba», en el que homenajeaba a su padre con una reunión de temas tradicionales cubanos.

Luego, en 2010, ganó un segundo Grammy, esta vez al Mejor Álbum de Jazz Latino por su álbum «Chucho’s Steps», en el que también rendía homenaje a su padre.

Desde entonces, ha recibido numerosos reconocimientos por su trabajo musical.