Científicos cubanos, del Centro de Neurociencias de Cuba, Mitchell Valdés, Pedro Antonio Valdés, Deirel Paz y Lídice Galán participaron en un artículo sobre el mapeo cerebral humano.
En este artículo, Cuba aporta sus bases de datos del proyecto de mapeo cerebral humano. El mapeo cerebral humano permite estudiar el comportamiento del cerebro y diagnosticar posibles enfermedades, a la vez que, desarrollar nuevos tratamientos.
Cubanos participan en la creación del Mapeo Cerebral Humano
Cuatro investigadores cubanos aportaron parte de la información necesaria para el mapeo cerebral humano. De esta manera, el centro de neurociencias de Cuba ha colaborado con el Proyecto de Mapeo del Cerebro Humano.
En la investigación se presentan cuadros de referencia estandarizados para el desarrollo del cerebro humano a lo largo de la vida, que fueron elaborados a través del análisis de resonancias magnéticas cerebrales.
Actualmente, este proyecto tiene más de 100.000 resonancias magnéticas de todo el mundo, con voluntarios de todas las edades.
Las resonancias magnéticas, hechas en Cuba, tienen el objetivo de crear normas para implementarlas en la red de neurofisiología de la isla.
Es decir, se persigue poder tener valores referenciales para el diagnóstico de posibles enfermedades con un mapa que permite diferenciar si el cerebro de un paciente se desvía mucho de la norma (con respecto a su edad).
Los datos han permitido producir gráficos de desarrollo cerebral normal a lo largo de la vida, que podrían usarse para generar puntajes de percentil, a fin de determinar si un individuo está en una trayectoria estándar.
Los autores enfatizan que se necesitarán investigaciones futuras sustanciales, antes de que estos resultados puedan llevarse a la práctica clínica.
¿Qué es el mapeo cerebral humano?
Esta importante herramienta parte de un conjunto de datos de electroencefalogramas de alta densidad en estado de reposo, pruebas psicológicas, imágenes de resonancia magnética, así como información demográfica útil a los efectos del estudio.
En otras palabras, se estudian las conexiones anatómicas del cerebro en una base de datos, para entender el neurodesarrollo y la fisiopatología.
Asimismo, posibilita detectar trastornos y adentrarse en un estudio científico más riguroso de los nexos de la tríada mente-cerebro-cuerpo.
Además, los datos son recogidos de electroencefalogramas de alta densidad en estado de reposo, imágenes de resonancia magnética, pruebas psicológicas e información demográfica.
Por ejemplo, los electroencefalogramas se realizan en grabaciones de al menos 30 minutos, con ojos cerrados y abiertos, hiperventilación y recuperación posterior.
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