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Cada 31 de octubre, se festeja la fiesta del Halloween en Cuba. Esta fiesta es típica de Estados Unidos y Canadá, pero la isla la celebra cada año.
Halloween en Cuba
El 31 de octubre se pueden ver disfraces, caravelas, decoraciones terroríficas y las golosinas para los niños (trick or treat), en muchas ciudades.
En La Habana, cientos de cubanos se reúnen en bares y discotecas para fiestas y competencias de disfraces. Entre dulces y sustos, se exhiben sofisticados trajes de terror.
Origen de la fiesta de Halloween
Esta fiesta fue creada por los pueblos celtas que celebraban el Año Nuevo. Su creencia era que los espíritus caminaban entre los vivos, las hadas y demonios.
Los rituales celtas despedían a Lugh, el dios del Sol, y daban la bienvenida al otoño. Además de sacrificar animales a los dioses y reunirse alrededor de hogueras, los celtas llevaban disfraces o pieles de animales para confundir a los espíritus.
Para los celtas, en la víspera de este día se abre la puerta que separa el mundo de los vivos del mundo del más allá. De esta manera los espíritus de los difuntos, tanto los buenos como los malos, visitan los hogares y los pueblos donde solían vivir.
Con la finalidad de ahuyentar a los espíritus malos, las personas solían usar disfraces escalofriantes, esperando sembrar en ellos el miedo. En consecuencia, precisamente de allí surge la tradición extendida por el mundo, y que ha llegado a Cuba, de utilizar disfraces terroríficos.
El Papa Bonifacio decretó el 1.º de noviembre Día de Todos los Santos. Por lo tanto, la víspera de Todos los Santos siguió celebrándose con hogueras, desfiles y disfraces.
Halloween en Estados Unidos
En 1840, los irlandeses transmitieron parte de sus tradiciones y costumbres en las regiones de Norteamérica donde se asentaron.
En 1921, se celebró el primer desfile de Halloween en Minnesota. Esta fiesta se hizo famosa en varias partes del mundo gracias a la película de terror de John Carpenter, en 1979.
La tradición de tallar calabazas proviene de la popular leyenda irlandesa de Jack O’Lantern. Cuenta la leyenda que un irlandés, llamado Stingy Jack, fue a beber con el mismísimo Diablo. Al terminar sus copas, retó al Diablo a que se convirtiera en moneda para demostrar sus poderes. Jack lo guardó en su bolsillo donde tenía un crucifijo y le obligo a darle más tiempo de vida para soltarlo.
Cuando murió Jack, se fue al infierno donde Lucifer le arrojó una ascua del infierno para que pudiera iluminar su camino. El irlandés talló un nabo que llevaba consigo y metió el ascua dentro, por lo que empezó a ser conocido como Jack O’Lantern o Jack el Linterna, en español.
En Halloween, las casas norteamericanas se adornan con telas de arañas, guirlandas de calabazas, fantasmas colgantes, cuervos negros, etc.
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